India Parte IV. Doctrina budista.

Buenos y nublados días, aquí os traigo la última entrada que pone fin a la parte de religiosidad en la India. Espero que os sirva de ayuda o introducción para un estudio más a fondo.

El budismo nació en India entre los siglos VI y V a.C. como escisión del hinduismo. Esta doctrina pone el acento en el sufrimiento de la vida y constituye una vía para liberarse de él. El budismo fue fundado por Siddhartha Gautama, cuya doctrina se basa en la idea de que toda existencia es productora de dolor y para acabar con este sufrimiento Buda propone; eliminar la ignorancia que provoca el deseo de vivir y de poseer cosas materiales. Liberación que sólo se alcanza mediante la meditación y la comprensión de unos sencillos principios. Esta extinción del deseo se denomina Nirvana.

Primeros pasos hacía una nueva doctrina.

El siglo VI a.C. fue una época de gran agitación y actividad religiosa e intelectual, no sólo en India sino también en Grecia. Los sabios indios de aquella época discutían  sobre grandes cuestiones: ¿El mundo es finito o infinito? ¿Eterno o limitado? ¿El espíritu del hombre es eterno o limitado? ¿El espíritu subsiste a la muerte?

La élite espiritual del momento estaba formada por brahmanes y sramana. Los primeros eran defensores de la ortodoxia y expertos en la liturgia. Por el contrario los sramana eran ascetas errantes cansados del ritualismo sacerdotal, que se retiraron a los bosques como renuncia a las vanidades del mundo e intentaron buscar por su cuenta las respuestas a las grandes preguntas.

Los ascetas veían con horror la cadena infinita de reencarnaciones y buscaron los medios necesarios para romper esa continua rueda de nacimientos y muertes. Había surgido de este modo la especulación intelectual de las upanishads; según las cuales, mediante el conocimiento intuitivo de la realidad última del universo y del yo se obtiene el verdadero saber que romperá las cadenas de la ignorancia que impulsan al hombre a actuar, con lo cual se logra reducir el karma y escapar de las redes de la rueda de reencarnaciones o samsara.

Sin duda, Buda era conocedor de las ideas de su tiempo, e incorporó a su pensamiento la estructuración de la realidad proyectada por el hinduismo. Este, situó una realidad absoluta e impenetrable como principio (Brahma para el hinduismo y Nirvana para el budismo) y una ignorancia como base (avidya), la cual se encarga de encubrir la realidad última. Esta realidad evoluciona en ciclos que constituyen esa rueda de reencarnaciones y muertes (samsara) que se rige por un principio denominado karma que une cada acción con sus resultados a través de los siglos.

Donde el budismo se diferencia del hinduismo es en su interpretación del yo. El budismo habla de la inexistencia del yo, del anatman (sin alma), en contraposición al atman hindú. En el hombre no hay nada permanente; está compuesto de cinco elementos o skandhas: 1) el cuerpo y los sentidos; 2) los sentimientos y las sensaciones; 3) la percepción sensorial, 4) las facultades mentales, y 5) la conciencia o razón. Todas ellas cambian continuamente y se disuelven tras la muerte. Lo único que se transmite es el karma acumulado en esta vida a la siguiente, todo lo demás es perecedero, por lo tanto no existe un ser eterno, ni divino ni humano.

Siddhartha y La doctrina budista.

En el norte de India, junto a la cordillera del Himalaya, fue donde comenzó esta gran aventura del pensamiento denominada budismo, de la mano de Siddharta Gautama, también conocido como Buda Shakyamuni, cuya vida aún contiene muchísimos interrogantes, pues las referencias son parte de terceras personas. Los primeros textos budistas prestan una mayor importancia a las enseñanzas y al mensaje, mientras que la vida del personaje cobraría su importancia siglos más tarde por medio de Sutras (discursos supuestamente dados por Buda a sus discípulos) y por medio de la tradición oral. Reunió en su entorno un gran número de seguidores que formaron parte del cuerpo monástico que extendería las ideas del movimiento budista en sus orígenes.

Se dice que Buda era el heredero de una rica familia que renunció a sus posesiones materiales a la edad de 29 años, al darse cuenta de la miseria que lo rodeaba detrás del mundo de lujo en el que se había criado. Se limitó a llevar una vida de asceta buscando la verdad entre diversos maestros, aprendiendo técnicas espirituales y filosóficas, así como pasando por terribles pruebas. A partir de ese momento, a la edad de 35 años descubrió la «vía intermedia», aquella que se alejaba tanto de los placeres como de las mortificaciones inútiles. Sin haber conocido aún la iluminación Siddharta se sentó bajo una higuera y decidió no levantarse hasta alcanzarla; esto sucedió pasadas cuatro semanas. Se dice que Buda fue capaz de comprender la realidad de la existencia, la visión del renacer de los demás de acuerdo con su karma, el origen del sufrimiento causado por el deseo, la realidad del cese de éste y la realidad del camino que conduce a la liberación.

Pero después de meditar sobre su iluminación decidió intentar enseñar a otros la verdad tan profunda que había experimentado. Decidió propagar el dharma (religión en sánscrito). Así pasaría el resto de sus días como predicador, recorriendo la cuenca del río Ganges, acompañado de sus discípulos y dispuesto a impartir sus enseñanzas a quienes las precisasen.  Murió a la edad de 80 años tras una terrible enfermedad, su cadáver fue incinerado y repartido entre sus seguidores de distintas regiones, que las conservaron como reliquias en túmulos; lugares que más tarde se convirtieron en zonas de peregrinación.

Las cuatro nobles verdades y el camino óctuple. 

Cuando alcanzó la iluminación, Buda tuvo la visión de las «cuatro nobles verdades», las cuales contienen sus enseñanzas más profundas y universales: La Noble Verdad del Sufrimiento, la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento, la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento y la Noble Verdad del Camino que conduce a la Cesación del Sufrimiento. Para el budismo, como ya nos va quedando claro, la superación del sufrimiento y de todas sus causas es un acto de conocimiento.

De las cuatro nobles verdades la más importante es la última, puesto que completa el llamado noble sendero óctuple, al que Buda denominó el «camino del medio». Este camino se compone de ocho factores, que se integran a su vez en tres aspectos básicos del budismo.

1. La sabiduría (prajna), recta opinión o recto entendimiento (comprensión de la verdad de las cuatro nobles verdades y el esclarecimiento de temas fundamentales como el karma o el samsara), recto propósito o recto pensamiento (dirigir correctamente el pensamiento hacía el bien, alejándose de la mala voluntad).

2. La moralidad (shila), recta palabra (el esfuerzo por cultivar el control de la palabra, eliminando los malos usos del lenguaje), recta conducta (control del comportamiento inadecuado, de la violencia, el robo o el abuso de los placeres sensuales), recto sentimiento (evitar aquellas formas de vida que causen el sufrimiento a otros seres).

3. La concentración (samadhi), recto esfuerzo (empeño por mantener la mente alejada de estados de apego, odio o ilusión en beneficio de la estabilidad mental), recta atención (a las sensaciones, a los estados, actividades mentales y a los fenómenos), recta concentración (con el objetivo de la meditación).

Espero haber aportado algo de luz al asunto y que os haya entretenido, o al menos no os haya aburrido. Con esto pongo fin al apartado de religiosidad en la India, aunque más adelante publicaré sobre las costumbres del país.

Námaste 🙂

~ por divinacomedia8 en noviembre 13, 2014.